domingo, 22 de septiembre de 2024

ANATOMÍA DEL SISTEMA RESPIRATORIO


El sistema respiratorio es fundamental para la oxigenación del cuerpo y la eliminación del dióxido de carbono. Está compuesto por varias estructuras que trabajan en conjunto para facilitar la respiración. Este sistema se divide en dos tractos: el tracto respiratorio superior, que incluye la fosa nasal, senos paranasales, faringe y parte de la laringe; y el tracto respiratorio inferior, que abarca la laringe (debajo de las cuerdas vocales), tráquea, bronquios, bronquiolos y pulmones.

La función principal del sistema respiratorio es la ventilación pulmonar, que permite el intercambio de gases entre el aire y la sangre. Durante la inhalación, el aire entra por la nariz o boca, pasa por la tráquea y llega a los pulmones, donde el oxígeno se difunde a través de los alvéolos hacia los capilares sanguíneos. Simultáneamente, el dióxido de carbono es transportado desde la sangre hacia los alvéolos para ser exhalado. Además de su rol en la respiración, el sistema respiratorio también contribuye a funciones como el habla y la percepción del olfato. El diafragma y los músculos intercostales son esenciales para facilitar la entrada y salida de aire mediante cambios en el volumen y presión en la cavidad torácica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario